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miércoles, 22 de febrero de 2012

Alex de la Iglesia: El vacío está ya bajo nuestros pies

(ALEX DE LA IGLESIA. EL PAIS-CULTURA)


(Alex de la Iglesia, junto a la entonces ministra Angeles González-Sinde, en la gala de los Goya 2011)

¿Cuál es la relación entre Internet y el cine? Este asunto lleva en mi cabeza un par de años, con su carga polémica y controvertida. Asunto peliagudo porque cuestiona los principios del mismo negocio, obliga a fundamentar ideas y a derribar prejuicios, y desgraciadamente, eso no es fácil. El primer paso es reconocer algo en lo que todos estamos de acuerdo: somos internautas, como decía el domingo el presidente de la Academia, Enrique González Macho. Todos somos parte de este entramado de comunicación. Pero al mismo tiempo, Enrique asegura que los recursos económicos del cine no pasan por los internautas. ¿Los recursos del cine no pasan por todos nosotros? ¿Los recursos del cine no pasan por el público? Entonces, ¿por dónde pasan?
El cine, por encima de sus derechos, tiene que pensar en sus obligaciones, y la primera es trabajar para el público, y buscarlo donde se encuentre. El público vive y piensa, trabaja y se comunica a través de Internet: comparte ideas, creaciones, música, películas. Vive en Internet. ¿No es lógico, sensato y tremendamente urgente proponer modelos de negocio que se adapten a las necesidades del público?
Internet no es, y espero que estemos todos de acuerdo, tan solo un nido de piratas. Nadie, en el mundo de los profesionales de la red, en estos dos años de debates, discusiones y coloquios, nadie, repito, defiende el todo gratis. Nadie defiende al que se lucra ilegalmente con el trabajo de los demás. Ahora bien, seamos sinceros, ¿cuál es la oferta legal? Prácticamente nula, si consideramos la urgencia de la demanda. Las excepciones (Youzee, Wuaki, Voddler, Cineclick y Filmin, extraordinario esfuerzo de Juan Carlos Tous) demuestran que es posible y que los valientes abren camino, pero desde luego no es suficiente. ¿Podemos exigir responsabilidades y lamentarnos de nuestras pérdidas si nuestra tienda virtual permanece cerrada? ¿Podemos decir que internet no es una alternativa al negocio del cine cuando ni tan siquiera lo hemos intentado? ¿No somos responsables de no saber adaptarnos a las necesidades del mercado? ¿Cuanto tiempo vamos a esperar?
Este es el segundo paso: reconversión. La prensa y los libros se leen en el iPad, la industria de la música está reaccionando y plantea alternativas, como Spotify. Netflix, el spotify del cine, todavía no llega a España. En lugar de esperar a que sea tarde y lo hagan las grandes compañías, ¿por qué no somos nosotros los primeros en explotar las bibliotecas de cine de forma legal y asequible para el usuario? En lugar de un problema, ¿no somos capaces de verlo como una oportunidad?
Las películas, queramos o no, se estrenarán en Internet, a un precio consensuado y razonable. Se establecerá un debate entre productores, distribuidores, exhibidores y las compañías que suministran banda ancha, redefiniendo las ventanas de exhibición en el marco del nuevo mercado. Abriremos una nueva ventana de comercialización en el mismo hogar del consumidor. ¿Alguien puede pensar que eso es malo para el cine? Enrique, mi amigo y mi distribuidor Enrique, piensa que este cambio es prematuro, que “la industria cinematográfica no se puede permitir dar un salto al vacío”. Creo, humildemente, que el vacío está ya bajo nuestros pies. No querer mirar es la más peligrosa de las cegueras. No es fácil, es incómodo pero es necesario. Distribuidores y exhibidores, intermediarios de la creación audiovisual, pero también parte esencial del engranaje de la producción, ven cómo el edificio tiembla. No esperemos a que se caiga. La relación entre productores de contenidos y consumidores ha cambiado para siempre. Es una realidad imparable. Demos el primer paso o lo darán por nosotros. Hablemos, discutamos cómo hacerlo, pero no demos marcha atrás. Se necesita valentía, pero no creo que orgullo.
Alex de la Iglesia es director y expresidente de la Academia de Cine.

martes, 21 de febrero de 2012

Asociaciones e internautas critican las palabras de Enrique González Macho sobre Internet


  • El presidente de la Academia defendió que Internet todavía no es sustituto ni alternativa del enorme esfuerzo económico que requiere hacer cine.
  • FACUA, la Asociación de Internautas y numerosos usuarios han tachado su discurso de "rancio" y "desafortunado".
(CLARA HERNÁNDEZ.- 20 MINUTOS)

"Internet no forma parte de la actividad económica del cine. No dudamos de que formará parte esencial de nuestro futuro, pero ese futuro todavía no ha llegado". De esta manera se referió el domingo el presidente de la Academia de Cine, Enrique González Macho, al medio digital durante su discurso de la gala de entrega de los Premios Goya.

Flanqueado por Marta Etura, González Macho presentó allí un panorama cambiante en el que, insistió, "los recursos que hacen posible la producción no proceden de Internet, sino de las salas, de la televisión y del DVD". "Internet desgraciadamente todavía no es alternativa ni sustituto, ni tan siquiera un complemento al enorme esfuerzo económico que supone producir cine", resumió.

"No hay peor ciego que el que no ve"

Sus palabras ya han despertado numerosas críticas. La asociación de consumidores FACUA expresaba su desacuerdo este lunes a través de su portavoz, Rubén Sánchez: "Si Internet aún no forma parte de la actividad económica del cine es porque la industria cultural se niega a una reconversión imprescindible e inevitable", advertía Sánchez en un comunicado en el que indica que no hay "peor ciego que el que no quiere ver" y elogia la valentía de Álex de la Iglesia, anterior presidente de la Academia e interesado en la expansión del cine en Internet, frente a la del actual.
Una opinión similar es la de Víctor Domingo, presidente de laAsociación de Internautas. "Realmente tiene razón, Internet no está dentro de la economía del cine, lo que habría que preguntarse es dónde está la economía del cine", reflexionaba, irónico, Domingo, que cree que González Macho ha dado "un paso atrás" respecto a su antecesor al presentar Internet como una amenaza y no como una posibilidad de negocio.

La industria, ¿parada?

El máximo representante de la Asociación de Internautas insiste en que la postura del organismo que lidera no es promover el "todo gratis" y critica también la postura del Gobierno ante lo que sucede: "España debería promocionar que llegaran al país servicios de alquiler de  películas online como Netflix, que ya ha anunciado que no vendrá. (...) Hace poco hicimos un estudio y nos percatamos de que de los 1.700 capítulos de series que se comparten en P2P, solo están disponibles para su alquiler 400. La industria no está haciendo nada por introducirse en el mundo digital".
Qué dice Glez. Macho que anoche no pudo grabar su discurso en el UHF...
También numerosos internautas han arremetido contra el discurso de González Macho a través de las redes sociales. Uno de ellos tacha al presidente de la Academia de estar anclado en el pasado, aunque con humor: "Qué dice González Macho que anoche no pudo grabar su discurso en el UHF, que si alguno lo tenéis grabado en Beta, también tiene Laserdisc", escribe @Deyector. Otro, @vicdelrio85, concluye que su intervención "explicó, sin querer, la principal razón de la industria audiovisual: no son capaces de aceptar Internet".

Solo una minoría de internautas se soprende del gran número de críticas que está recibiendo González Macho: "Dijo una verdad como un templo", insinúa @DiagoRamirez.@ValentinaMirren está de acuerdo: "Que Internet no da beneficios es una realidad, pero queda mejor rajar por un titular".
Por su parte, los actores y profesionales del cine más aficionados a las redes sociales han preferido no pronunciarse. Al menos, de momento. Álex de la Iglesia no ha hecho referencia al asunto, aunque sí ha agradecido alguna de las muestras de cariño que ha recibido  y en las que se elogiaba su discurso del año pasado.

lunes, 15 de febrero de 2010

Almudena Negro: 'Los Goya que no leerán en la prensa'

Serían las seis de la gélida tarde madrileña cuando un grupo de ciudadanos desplegaron ante la atónita mirada de los escasos transeúntes que se encontraban en IFEMA su pancarta de "No a la censura". Era la plataforma internauta "Libertad 2.0" que se concentraba, en un ambiente festivo y pacífico, bajo el lema "No a la censura". "Hemos invitado a los actores del cine español pero tenemos pocas esperanzas de que pasen frío aquí en la calle junto a nosotros; dentro, donde las subvenciones, se está muy calentito”, me comentaban algunos de los participantes en el acto reivindicativo. "Exigimos la inmediata retirada de la disposición final primera de la LES, la derogación del canon digital y la dimisión de Salgado y Sindescargas", añadía un joven blogger encargado de "tuitear" lo que allí aconteciera. "Si se creen que vamos a parar hasta lograr nuestros objetivos, están muy equivocados", aseveraban con cara seria.

Lo cierto es que fueron decenas los ciudadanos que acudieron a posar para denunciar el intento de mordaza que el gobierno quiere imponer, imponernos, en la red. La sorpresa llegaba hacia las ocho y media de la noche, cuando muchos internautas no podían más de frío y las protestas frente al Palacio Municipal de Congresos eran tan numerosas que Alex de la Iglesia tuvo que aludir a "figuraciones", Trueba acusar a los manifestantes de estar "en contra de la cultura y TVE hacer lo que fuera con tal de que no se oyera la pitada: Andrés Pajares se acercaba al fotocall de "Libertad 2.0”. Poco después lo hacía el actor Manuel Zarzo. Incluso algún productor quiso posar en defensa de la libertad en la red.

También numerosos miembros del partido "Ciudadanos" quisieron con su presencia apoyar la libertad en internet. Entre los políticos, enfado monumental de los internautas con Esteban González Pons y Nacho Uriarte (del partido en el gobierno que ha presentado el anteproyecto de ley que ha provocado la rebelión internauta nada se esperaba) y agradecimientos para un amable Alberto Núñez Feijóo, que posó, entre sorprendido y divertido, para la causa. "Es contra la Ley Sinde", le decían los internautas. "Bueno, pero no me gritéis ¿eh?", contestaba el político popular.

Minutos después, hacia las 21:40 horas, hacían su aparición en coche oficial y cariacontecidos Ángeles González-Sinde (su atuendo fue muy comentado por los presentes y no precisamente para bien) y José Blanco. A esas horas ya había una extraña y variopinta mezcolanza de ciudadanos situados enfrente a la entrada de la carísima Gala de los Goya: grupos provida, trabajadores de TVE enfadados con el gobierno, manifestantes anti-SGAE, internautas y la Plataforma de las Clases Medias reivindicando su papel de "productores forzosos" del cine español que megáfono en mano, agitaban canturreando "los de la ceja, vaya jeta" y “con mi dinero no”. Los actores, presentadores y demás personajes, entretanto, entraban rápidamente dentro del Palacio, tal vez asustados por la pitada con que cada uno de ellos era recibido por lo que creían iban a ser fans enardecidos. Ni Penélope Cruz, a quien se le enganchó el vestido, se libró de la protesta popular.

Frente a ellos unos pocos jóvenes que recibían supuestamente entusiasmados a las estrellas. "Les han pagado 7 euros por hora, autobús y bocata para hacer de extras", te contaban en voz baja , acaso con un poco de mala leche y mucha inventiva, los manifestantes, quienes añadían que la "clá" contaba incluso con una animadora a la cual casi nadie hacía ni caso por mucho que se esforzaba en indicarles cuándo debían de aplaudir a rabiar.

- “Oye, ¿y ese quién es?”.

- “No tengo ni idea, que no veo cine español”.

Protesta popular que pone de manifiesto el hartazgo de los españoles con la casta dirigente. Más que contra los actores los abucheos, está claro, eran contra los privilegios feudales que algunos, gracias a un sistema decadente y corrupto, disfrutan. A costa de los demás.

Quedó asimismo bastante claro por la escasa asistencia de público, que lo del cine español es una mentira y gorda, que diría la ministra. A estas superestrellas no las sigue casi nadie. Igualito que en Hollywood, oigan. Igualito.


(Publicado en Diario Siglo XXI)