lunes, 12 de abril de 2010

La red: UPyD desaparece, el PP no arranca y el PSOE no existe

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(por Almudena Negro, en Diario Crítico).

La relación de UPyD con Internet, pese a la millonada que se ha embolsado y se embolsará la Trimedia de Fernando Cózar, hace aguas. Y eso que hace algún tiempo era casi inevitable la presencia de UPyD en todos los foros, bitácoras, webs y diarios digitales de contenido político. Era la militancia ilusionada. Al episodio sucedido hace algún tiempo entre Twitter y algún asesor de Rosa Díez que actualizó dicha red social al tiempo que la líder de la formación magenta se encontraba en un acto público, dejando al descubierto que mentía a los internautas –tomen nota de Obama que, pese a declarar que jamás ha utilizado dicha herramienta tiene millones de seguidores en el Twitter de su equipo-, se sumó hace unos días la utilización de una cuenta no oficial del partido, @UPyDmedia, por parte de un menor de edad, I.M, contra quien simpatizantes de UPyD han abierto un grupo en Facebook. El chaval afirma haber sido el responsable de la imagen corporativa de la formación magenta en Valencia porque “no tenían a nadie”. Cuenta en la que apareció el siguiente mensaje: "Queridos amigos, con todo el pesar de nuestro corazón, simplemente decir que UPyD no es el ideal en que creíamos...". UPyD, que niega tener relación con el menor pese a que éste, que explica que no es militante porque no puede serlo por cuestión de edad y muestra a quien desea verlo fotos junto a algunos líderes de la formación en Valencia, ha anunciado ya que por Twitter no vuelve. Con tener un Facebook bastante inactivo, utilizado como muro de propaganda, tienen bastante. Su web, desfasada, también contribuye a esa imagen de que las redes sociales, la comunicación persona a persona del siglo XXI, no es lo suyo.


El PP nacional, por su parte, presentó con bombo, platillo y sin ordenador su blogosfera 1.0 sin siquiera RSS, de la que no se ha vuelto a oír nada. La participación en la misma, basta con ver el número de comentarios que en blogs como el de Ruiz-Gallardón dejan los internautas (quizá con la excepción del blog de González Pons, quien sí interactúa y conversa con los ciudadanos a través de redes sociales) es un fracaso. Otro. El PP de Rajoy no termina de arrancar en la red de redes. Y no lo hace porque siguen premiando continente por encima de contenido y demostrando miedo a la hora de bajar del camello, escuchar y conversar –de eso va la Web 2.0- de igual a igual con los internautas. Todo es tan bonito, tan oficial, tan políticamente correcto, tan endogámico… que carece del más mínimo interés. A buen seguro que en el cuartel de la gaviota, ahora cercado por la marea de corrupción que amenaza con convertirse en tsunami que se lleve a muchos por delante, a nadie le importa, cuándo lo ha hecho, estar con sentido y conocimiento en Internet. Otra cosa es lo de Esperanza Aguirre, quien reina en Twitter después de haber entrado al juego del hashtag #Aguirrefacts.

El PSOE, salvo los vídeos a veces divertidos y a veces agresivos, incluso violentos, de las Juventudes Socialistas, sencillamente no existe. Lo de la blogosfera socialista y Enrique Castro ha terminado como el rosario de la aurora. Su Twitter, como el del PP Nacional, no interactúa con los internautas. Se limita a colocar mensajes. Propaganda. Les queda todo el camino por recorrer. Y eso que se supone que estos de comunicación saben algo más que los populares. De comunicación 1.0, claro.

Así sucede luego que se presentan leyes liberticidas y que los partidos, porque no entienden los revolucionarios cambios que Internet ya ha introducido en las formas de socialización –siguen pensando en herramientas y no en actitudes-, no son conscientes del coste electoral que, sin ir más lejos, la antidemocrática “Ley Sinde” puede tener. Su “solución” al enfado manifestado por la Red pasa por reuniones secretas sin Twitter con internautas de izquierdas para que estos vendan la burra al resto. No se enteran.

Otrosí. Sigo leyendo el sumario de moda. Y, atención, porque aparece un empresario y ex senador del PP por Extremadura, Javier Sánchez Lázaro, en su día vinculado a lo que la izquierda denominó “tamayazo”. Por otro lado, el PSOE ha anunciado que pedirá la imputación, por el troceo de contratos del que les hablaba yo en esta columna la pasada semana, de 45 altos cargos del gobierno madrileño. Entre ellos el Vicepresidente Ignacio González. El viernes se lo cuento.

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